El olfato tiene su sede en la nariz y es encargado de detectar y procesar los olores.
El epitelio olfatorio es el órgano sensorial que detecta los olores. Al igual que las yemas del gusto, el epitelio del olfatorio contiene células quimiorreceptoras. El nervio olfatorio lleva los impulsos al encéfalo. Los nervios olfatorios componen uno de los doce pares de nervios craneales. El epitelio esta cubierto con mucosidad, como todos los revestimientos nasales. Se cree que las moléculas de olor son detectadas cuando se pegan a los receptores proteicos en la superficie de los cilios de las células olfatorias.
Los sentidos del olfato y del gusto están estrechamente relacionados. Ambos comprenden estimulación de células quimiorreceptoras. Gran parte del sabor de los alimentos es realmente una combinación de sabor y olor.
La excitación de las células olfativas es de naturaleza química lo mismo que la de los corpúsculos gustativos. Para que se pueda percibir el olor de una sustancia, es menester que esta se encuentre en estado gaseoso; se disuelve entonces en la mucosidad que las fosas nasales secretan.
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