¡ Hola a todos nuestros lectores! En
esta oportunidad queremos dejarles un cuento, acerca del cuidado del medio
ambiente, a nuestros lectores más chiquitos. Esperamos que lo disfruten.
LA CASA DE TODOS
En cierta ocasión un grupo de jóvenes hicieron una excursión al bosque y después de comer, cuando ya se iban a marchar a casa, cuál no sería su sorpresa, que un pino les dijo:
- ¿Quién ha tirado esa botella?
Todos se quedaron asombrados y callados, y en espera que contestara quien la había arrojado, al no hacerlo, el pino lo señaló con sus ramas y le dijo:
-Tú has sido.
Sus amigos lo miraron sorprendidos y el joven se disculpó diciendo:
- Sí. Yo he sido, quizás no debí de hacerlo…pero bueno, es una simple botella de plástico.
- Una simple botella –replicó el pino- que unida a otras botellas, papeles, bolsas y desperdicios, si todos hiciéramos igual, el bosque sería una pocilga.
- Lleva razón, señor pino –le respondió uno de los jóvenes-. Muchos pocos hacen un mucho.
Cuando, ya de regreso a casa, cruzaron un riachuelo, éste le dijo a los jóvenes:
- ¿Quién ha arrojado esta botella a mis aguas?
Todos callaron de nuevo, pero en seguida uno de ellos dijo:
- El domingo pasado yo arrojé una botella de gaseosa. No debí de hacerlo, desde luego, pero…
Y el río murmuró:
- Si todos hicieran igual, yo sería un lodazal.
Siguieron caminando se regreso a casa y al pasar cerca del mar éste les dijo:
- ¿Quién ha enterrado en la playa estas cáscaras de naranja y esta bolsa de plástico?
Nadie contestó, pero como insistiera preguntando el mar, uno de ellos dijo:
- Yo lo he hecho alguna vez.
- Yo enterré una vez en la arena –dijo otro- las cáscaras de un durazno.
- Cáscaras de naranja, durazno, bolsas de plástico –replicó el mar- si todos hicierais igual, la playa sería un basurero.
Finalmente, cuando llegaron a la ciudad, al pasar por la Plaza Mayor, dijo un gorrión que estaba en la rama de un arbusto:
- ¿Quién ha arrojado ese papel al suelo?
- ¿Ése? – preguntó un joven-, pero si es un papel muy pequeño.
- Da igual –replicó el gorrión- quien arroja un papel pequeño es capaz de arrojar otro mayor.
Escuchó la conversación un gato que andaba por allí y le dijo a los jóvenes:
- El mundo es la gran casa de todos. La sala de estar son las ciudades; el jardín de la casa son las selvas y los bosques y el baño son los ríos y el mar. Si cada uno de nosotros cuidamos el lugar donde estamos, todo el mundo estará limpio y será un lugar agradable para vivir.
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